Grabado impreso en Núremberg (Lucas Mayer, 1589) que muestra la ejecución de un hombre lobo llamado Peter Stumpf en la localidad renana de Bedburg, cerca de Colonia. Fue ejecutado el 31 de octubre de 1589, acusado de cometer 16 asesinatos en un periodo de 25 años, así como de practicar canibalismo, incesto, hechicería, y de pactar con el diablo para conseguir un cinturón de piel de lobo que le permitía transformarse en bestia. Bajo tortura confesó que practicaba la magia negra desde los 12 años.
El texto dice que una noche, un granjero del pueblo se encontró con él en su forma de lobo y logró defenderse del ataque cortándole una pata. Cuando regresó a casa con ella, se dio cuenta de que se había convertido en una mano humana y al advertir que su vecino tenía un muñón le preguntó y obtuvo su primera confesión. Stumpf reconoció haber asesinado a trece niños, entre los que estaría su propio hijo, de quien consumió el cerebro antes de descuartizarle. También habría matado a tres ancianos
También dijo haber tomado como amante a su madrina y haber mantenido una relación incestuosa con su propia hija. Se le condenaría entonces a morir en la rueda, donde sus verdugos le arrancaron la carne con tenazas al rojo vivo. Luego le cortaron los brazos y las piernas antes de decapitarlo y quemar sus restos en una pira. Su hija y su amante serían igualmente azotadas, estranguladas y quemadas. Más tarde, los vecinos de Bedburg erigieron un poste con su cabeza, la rueda y la figura de un lobo.