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Plano del reino de Nueva Galicia presentado ante el oidor y visitador general Hernando Martínez de la Marcha el 10 de enero de 1550 con una petición solicitando el traslado de la sede de la diócesis y de la Audiencia de Compostela a Guadalajara (en el centro, con traza urbana en cuadrícula). Se indican los asentamientos mineros, ciudades de españoles, pueblos indígenas y despoblados. Los pueblos bajo la jurisdicción de la Audiencia de México (provincia de Ávalos) aparecen señalados con una cruz.
El río Grande de Santiago hace de frontera entre la tierra pacificada y la todavía en disputa. De ahí la abundancia de escenas bélicas representadas en la parte superior. La mayoría de los indios aparecen armados con arcos y también se incluyen dos escenas de sacrificios humanos. Cabe destacar el caso de la zona Nayarita, donde este tipo de prácticas perdurarían hasta la segunda década del siglo XVIII.
Se indican los grupos étnicos en guerra: tepeguanes, tequales, xuxuctequanes, guaxixícar, tezoles, guaxacatlan y chichimecas. En la costa aparece otra pequeña escena de guerra junto a Frayles (El Tuito), denominada Punta de los Teconios. Quizás uno de los detalles más interesante es la indicación de dónde se encontraban los cinco peñoles, asentamientos defensivos fortificados ubicados en los altos de cerros o mesetas con estrechos accesos y protegidos por barricadas de piedra.
Su objetivo era mantener el control del territorio y de las rutas comerciales. Pero además de un carácter estratégico, algunos (como el Teúl) contaban con templos, palacios, juegos de pelota...mientras que otros como el Mixtón o Juchipila tenían una arquitectura menos compleja.
En 1530, Nuño Beltrán decía del peñol del Teúl que: "muestra ser cosa de mucha grandesa y abtoridad, porque lo mas hera de edificios y ques, muy suntuoso, que cada uno de los señores de la provincia devia tener allí para ir hacer sus sacrificios".